​Guerra de empanadas: ¿cuál es la mejor?

Nacida en el Medio Oriente e importada durante la época de la invasión de los moros a España, con la expulsión de los musulmanes de la Península Ibérica hubo una cosa que se quedó definitivamente en la Madre Patria: la empanada.

Con el llamado descubrimiento de América, no solo llegó a nuestro continente el germen de la civilización europea, sino que también unas apetitosas compañeras que lograron cruzar el Atlántico buscando colonizar de sabor el Nuevo Mundo.

Las empanadas llegaron como concepto de meter comida dentro de una masa y, como muchas costumbres y objetos traídos por los conquistadores españoles, se fueron mestizando con tradiciones de nuestra tierra para dar paso a algo nuevo.

Fue así como nació la empanada de pino, luego de conocer la palabra "pirru", vocablo mapuche que designaba al picadillo que puebla el interior de la empanada, y cuya pronunciación se castellanizó a pino.

Este alimento, que en la colonia solía comerse señorialmente con tenedor y cuchillo, de a poco fue haciéndose masivo, hasta convertirse en un importante snack para el Chile de hoy, y en uno de los estandartes de la cocina nacional, lo que lo hace muy apetecido en Fiestas Patrias.

Sin embargo, como todos sabemos la cultura es una construcción cambiante, que se va adaptando a la realidad de las personas y medios; y parte de la cultura es la comida, por lo que para este 18 de septiembre, hay una serie de otras empanadas disponibles para todos los gustos:

• Napolitana: A alguien se le ocurrió meter los ingredientes de una pizza napolitana al interior de una empanada. El resultado es sublime para muchos. Vale la pena probarla.
• Venezolana: El considerable número de inmigrantes que, mes a mes, llegan a nuestro país buscando una mejor expectativa de vida nos ha traído sabrosas recetas. Una de ellas es la empanada venezolana, hecha con masa de arepas (a base de harina de maíz precocida) y rellena con distintos tipos de guisos, que pueden ir desde el cerdo hasta pollo, pescado o queso rallado, entre otros.
• Queso: Simples y deliciosas, las empanadas de queso son un muy buen bocadillo también en las fondas. Hay quienes dicen que las mejores son las hechas en la localidad de Huentelauquén, cercana a Los Vilos. Es que el queso mantecoso que se fabrica en esas latitudes se vuelve crema una vez que está fundido dentro de la masa.
• Mariscos: Con 7.000 kilómetros de costa, no es raro que tomáramos algo del mar y lo empanáramos. Un pino a base de machas es lo tradicional dentro de una empanada de horno. Pero otros rellenos como la jaiba o el ostión queso gozan de gran popularidad.
• Champiñón: La irrupción y masificación de este ingrediente a fines de los años ochenta también llegó hasta las empanadas. Así, la mezcla de estos hongos con queso configura uno de los rellenos más memorables para una empanada. Añade unas pocas aceitunas negras y el resultado será la mismísima gloria sobre un plato.

¿Cuál es tu empanada favorita?